La tiroides es una glándula con vasos sanguíneos, color rojo; se ubica en el cuello en la parte delantera e inferior del mismo. La glándula varía en su forma de H a U y está formada por 2 lóbulos laterales alargados, es decir, una porción de la tiroides con parte superior e inferior conectados por una unión llamada istmo, con una altura aproximada de 12-15 mm. En ocasiones, el istmo está ausente y la glándula existe en 2 lóbulos distintos.

La glándula tiroidea ayuda a regular el crecimiento y el metabolismo.

¿Dónde se encuentra?

La tiroides está en la base de la garganta, cerca de donde se encuentra la tráquea como se puede ver en el dibujo (al costado). Posee forma de mariposa y cuenta con 2 lóbulos o partes, una derecha y otra izquierda, conectados por un centro. Las glándulas paratiroideas son 4 órganos del tamaño de un guisante, que también se encuentran ubicados en el cuello, situados en torno a la tiroides.

¿Para qué sirve?

La tiroides produce unas hormonas que controlan la forma en la que el cuerpo utiliza la energía. Dichas hormonas influyen en casi todos los órganos del cuerpo y controlan muchas de sus funciones más importantes. Por ejemplo, afectan la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.

¿Qué función tiene?

Su función es producir y liberar las hormonas tiroideas, T4 o tiroxina y T3 o triyodotironina, que participan en el crecimiento, en el mantenimiento de la mayor parte de las funciones del cuerpo, así como en la regulación del metabolismo.

Esta producción de hormonas tiroideas está mediada por otra hormona llamada la hormona estimulante de la tiroide (TSH, por sus siglas en inglés) que se sintetiza en la glándula hipofisaria que se encuentra en el cerebro. La TSH estimula la elaboración de

T4 y T3 y varía de forma exponencial cuando hay pequeños cambios de las hormonas T4 y T3. Por ello, la TSH es un muy buen indicador de algunos problemas que puedan existir en la producción de las hormonas tiroideas.